16 mayo 2013

Horizonte conceptual

CENTRO DE INVESTIGACIÓN DOCENTE “CINPED” MOSQUERA[1]

Al hablar de un horizonte conceptual nos estamos refiriendo a los mínimos referentes teóricos y conceptuales que en consenso se establecen como norte y parte fundamental de la investigación y la producción intelectual. Desde esta perspectiva se establecen límites, líneas y espacios de reflexión que direccionan el rumbo de las indagaciones, exploraciones y búsquedas que surgen de las inquietudes de los investigadores y de los problemas detectados en los espacios pedagógicos.

El trabajo del investigador social se enmarca, recordando a Kunt, en una solida red de compromisos conceptuales, teóricos, instrumentales y metodológicos, llamada paradigma, el cual brinda un cuerpo implícito de creencias teóricas y metodológicas entretejidas como fuente de los métodos, problemas y normas de solución aceptados por cualquier comunidad científica. En nuestro caso particular, el reconocimiento de un paradigma de investigación surge de la pregunta ¿Cómo investigar problemas y fenómenos que surgen en las interacciones humanas, principalmente fenómenos pedagógicos y educativos?

Este precedente problemico nos lleva a la búsqueda de pautas, prototipos y modelos enmarcados en un paradigma de investigación social, llamado por muchos autores Paradigma Naturalista[2], el cual se ha venido posesionando como alternativo en el estudio de cuestiones y fenómenos que aquejan a las comunidades humanas. El estudio de estas incertidumbres sociales surge de compromisos adscritos a dicho paradigma, que a continuación se detallaran:

Partimos por considerar que existen múltiples realidades construidas y holísticas que se relacionan y entretejen dependiendo de los sujetos que las vivencian, las transforman y las validan, por tanto, el objeto de la investigación se liga estrechamente con los sujetos, es decir, que el contexto influye sobre los sujetos y viceversa, haciéndolos inseparables. Este hecho no permite hacer generalizaciones, es decir que las hipótesis de trabajo se limitan a contextos definidos, ya que las condiciones sociales, económicas, educativas y hasta políticas varían de una región a otra y ellas afectan en su conjunto a las situaciones investigadas. Lo anterior unido de forma amalgamica con los valores del investigador, entreteje y triangula la producción del pensamiento epistémico[3] entre el contexto, las teorías y las producciones que al respecto se han realizado.

Después de observar a grandes rasgos las premisas que sustentan el paradigma social es el momento de preguntarnos por el investigador. Como se dijo anteriormente el investigador no está alejado de la realidad que estudia, influye en ella y esta a su vez interviene en sus procesos de pensamiento.

Como estamos hablando de contextos sociales las investigaciones se enfocan hacia métodos cualitativos principalmente, sin dejar de lado las técnicas cualitativas como apoyo a resultados y validación, en otras palabras, en todas las investigaciones que se realicen el método cualitativo será utilizado y se recurrirá a las herramientas cuantitativas cuando estas sean necesarias.

La validez del nuevo conocimiento generado resultara del análisis de los resultados tomando como base la triangulación entre las teorías que explican el fenómeno, los estudios realizados en otros espacios que validan o refutan las teorías y el contexto donde se realiza la investigación, el resultado de ella son certezas para un ambiente particular, que puede adaptarse a otros espacios y circunstancias siempre sujeto al entorno. De manera particular, la teoría utilizada parte de la estructuración de categorías conceptuales, como constructos polivalentes, polisémicos y adaptables a las condiciones estructurantes de la investigación.

En este orden de ideas, los instrumentos utilizados en la investigación son construidos por el investigador y modificados si así la realidad lo sugiere, por tanto el diseño de la investigación es abierta y emergente, en otras palabras, no es una camisa de fuerza, a pesar que se parte de un diseño previo, las condiciones de la realidad pueden hacer modificar, reestructurar o ampliar la mirada, los instrumentos y las categorías.

Por último, la lógica de análisis del investigador se basa en el redescubrimiento de la realidad, en explorarla y describirla de forma inductiva, dándole un gran énfasis a los procesos más que a los productos para llegar a entender las relaciones que se tejen en el contexto cambiante y heterogéneo.





[1] Texto realizado por el Docente Heriberto Álvarez Bustos a partir de las disertaciones del grupo de investigación CINPED Mosquera
[2] Autores que sustentan el paradigma naturalista:
DOBLES YZAGUIRRE, Cecilia y Otros. Investigación en Educación: Procesos, Interacciones, Construcciones. EUNED. 1996
TEJEDOR, j. La estadística y los diferentes paradigmas de investigación educativa. 1996. Educar.
MOREIRA, M. investigación en educación en ciencias: métodos cualitativos. 2002. Universidad de Burgos
[3] El pensar epistémico consiste en el uso de instrumentos conceptuales que no tienen un contenido preciso, sino que son herramientas que permiten reconocer diversidades posibles con contenido. Esto hace parte de lo que podríamos definir como un momento pre-teórico, mismo que tiene un gran peso en las posibles teorizaciones posteriores… el pensar epistémico, esto es, el plantearse problemas a partir de lo que observo pero sin quedarme reducido a lo que observo, sino ir a lo profundo de la realidad y reconocer esas potencialidades que se ocultan, que son las que nos van a permitir construir un conocimiento que nos muestre posibilidades distintas de construcción de la sociedad.  (Zemelman, H. Pensar teórico y pensar epistémico: Los retos de las ciencias sociales latinoamericanas. INSTITUTO PENSAMIENTO Y CULTURA EN AMERICA A. C. México. Tomado de: http://translate.google.com.co/translate?hl=en&sl=en&tl=es&u=http%3A%2F%2Fimages.sociologia07.multiply.multiplycontent.com%2Fattachment%2F0%2FRoMqTgoKCpkAAE5BcEg1%2FDoc%2520ZEMELMAN.doc%3Fnmid%3D47728633 )

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